- En el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 se encuentran una serie de artículos que se espera tengan un impacto significativo a favor de la competencia del sector bancario. Entre ellos está el artículo 94, que instaura el derecho a la portabilidad financiera en Colombia. La portabilidad financiera permitirá a las personas solicitar el traslado de los productos que tienen con una entidad financiera a otra entidad junto con la información general y transaccional asociada a los mismos, por lo que las entidades financieras tienen incentivos para ofrecer mejores condiciones en sus productos para retener a sus clientes actuales.
- La puesta en marcha de la portabilidad financiera implicará importantes retos para el sistema financiero colombiano. Por ejemplo, se debe diseñar la figura operativa de la portabilidad, definir los productos y usuarios objetivos, crear cronogramas realistas para su implementación, establecer planes de acción claros que permitan incentivar la portabilidad aún en tiempos de altas tasas de interés, entre otras líneas de trabajo.
- Resulta valioso revisar las experiencias de otros países para aprender de sus aciertos y errores. Especial atención merece el caso de Chile, pues tal país ostenta uno de los mayores alcances de portabilidad financiera que se pueden encontrar a nivel mundial, teniendo que ahí la portabilidad aplica para la gran mayoría de productos financieros existentes. En concreto, de la experiencia chilena es posible identificar 6 lecciones que pueden ser útiles a la hora de poner en marcha la portabilidad financiera en Colombia: 3 en materia de implementación y 3 en materia de operación.
- La portabilidad financiera tiene todo el potencial para ser una medida de éxito en Colombia. Se espera que las lecciones discutidas en este documento sirvan de insumo para pensarse la mejor manera en cómo la portabilidad financiera ha de ser implementada y operada, todo en beneficio de los usuarios y de la competencia en el sistema financiero colombiano.