Al cierre del primer semestre los establecimientos de crédito presentan resultados positivos a pesar del ajuste en las variables del balance y de la mayor volatilidad de los mercados financieros. Tanto el activo como el pasivo de los bancos han sido recompuestos inducidos por la política del Banco de la República. A su vez, las inversiones representan una porción cada vez menor del activo, al tiempo que la participación de los CDT´s ha aumentado como fuente de recursos para la banca.
La desaceleración del crédito ha venido acompañada de una estabilización en los indicadores de calidad de la cartera. Aunque suene paradójico, el menor crecimiento de la cartera de consumo sienta las bases para un crecimiento más sostenido y sostenible del crédito. Sin embargo, la menor liquidez de los mercados amenaza con prolongar en el tiempo los efectos del ajuste.