Esta semana el DANE publicó las cifras del producto interno bruto (PIB) para el segundo trimestre del año. Los resultados muestran que durante ese periodo la economía colombiana creció 3.7%, lo cual representa un retroceso significativo respecto a 2007 (8.0%). En el primer semestre la economía creció a la modesta tasa de 4.1%, cifra bastante inferior a la observada en los seis primeros meses de 2007 (8.2%) y que se encuentra por debajo del promedio histórico del último medio siglo (4.3%).
Aunque es evidente la desaceleración en la dinámica del crecimiento, no podemos afirmar que nos encontramos al borde del abismo. Es importante pensar desde ahora en adoptar algunos correctivos que contribuyan a reencauzar el rumbo de la actividad económica, al tiempo que eviten la pérdida de la estabilidad hasta ahora ganada.
Hay que tener en cuenta que el problema de los mercados globales ya está afectando variables importantes de nuestra economía. Hemos visto cómo la evolución de la crisis financiera se ha convertido en un determinante básico de la tasa de cambio, del comportamiento de la bolsa de valores y de los spreads de nuestra deuda.