- El 2022 se caracterizó por la materialización de eventos con importantes efectos en el mundo, tanto de orden político como económico. A lo largo del año, los mercados internacionales reaccionaron a ellos, con efectos particulares en los emergentes, en donde el costo del endeudamiento y la percepción al riesgo fue cada vez mayor.
- De cara al 2023, prevemos un crecimiento para Colombia de 1,5% real, explicado por un menor consumo de los hogares y una inversión más moderada a causa de la restricción de liquidez global, una inflación todavía alta, la continuación de la Guerra en Europa del Este y la incertidumbre política local.
- Del lado de la oferta, casi todas las ramas de actividad experimentarían una desaceleración, aunque gran parte seguirían manteniéndose en terreno positivo. Las de mayor crecimiento serán las actividades de entretenimiento, construcción, agricultura y servicios financieros.
- En términos de precios, la inflación cerraría el 2023 en 8,1%. Aunque la cifra continuará ubicándose por encima del límite superior del rango meta del Emisor, varios elementos ayudarían a acotar el incremento en el nivel de precios evidenciado en 2022, como: i) la desaceleración de la economía colombiana, ii) la transmisión de la política monetaria, iii) las mejores condiciones climáticas, iv) la moderación de los costos de los agro-insumos, v) la reducción de los precios de las materias primas y vi) las mejoras en las cadenas logísticas a nivel global.
- En el mercado laboral, prevemos una tasa de desempleo cercana al 11,1% debido a la desaceleración económica y el incremento en el costo de contratación. En el sector externo, esperamos que el déficit en cuenta corriente bordee el 4,5% del PIB dado el menor desbalance comercial en medio del deterioro del dinamismo global.
- Los principales riesgos para la economía colombiana continuarán asociados a: i) la extensión de la guerra entre Rusia y Ucrania, ii) el repunte de la inflación global y un proceso de normalización monetaria de la FED más agresivo, iii) la materialización de la recesión global, iv) una política monetaria todavía contractiva del Banco de la República, v) la volatilidad y depreciación del peso colombiano y vi) la prohibición de la exploración
petrolera y los lineamientos políticos que afecten la confianza inversionista hacia el sector.