- El conflicto entre Rusia y Ucrania, además de los pronunciados efectos económicos para los países involucrados, ha generado riesgos adicionales al comportamiento de la actividad productiva a nivel global, la cual ya se enfrentaba a las presiones inflacionarias generadas por factores de oferta y demanda a nivel mundial.
- El comercio exterior de Colombia con Rusia, Ucrania y Bielorrusia es reducido. Sin embargo, se espera que haya una afectación en la comercialización de bienes específicos, así como efectos indirectos asociados al repunte de los precios del petróleo y el carbón.
- De mantenerse los elevados precios de los hidrocarburos, el déficit en cuenta corriente podría alcanzar un déficit de 3,4% del PIB, menor al 4,4% que preveíamos a comienzos de años. Cabe anotar que el déficit podría oscilar en un rango de 2,6% y 4,2%, dependiendo de la prolongación la guerra y la profundización de las sanciones financieras a Rusia.
- En materia fiscal, de mantenerse los altos precios de las materias primas, es especial del petróleo, se vería un aumento de la renta petrolera que ayudaría a reducir el déficit en cerca de 1,4% del PIB en 2023. No obstante, debe tenerse en cuenta que el alza también generará un déficit importante en el Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (FEPC), que podría llegar a representar entre $20 y $22 billones.
- El repunte de los precios a nivel internacional, si bien es positivo para Colombia dado que ayudaría a corregir los déficits gemelos, también podría afectar el crecimiento económico global y la postura de política monetaria de los Estados Unidos. De manera que, la desaceleración de economías como la de los Estados Unidos podría afectar el crecimiento de la economía local en el próximo año.