En diciembre de 2009, el Comité de Basilea sobre Supervisión Bancaria publicó un par de documentos consultivos que contienen propuestas regulatorias a raíz de la crisis financiera internacional reciente. Aunque son solo propuestas abiertas a comentarios (que debían hacerse hasta el 16 de abril pasado), es importante revisarlos, pues describen las nuevas tendencias de la regulación bancaria en el mundo. Por razones de espacio, en esta Semana Económica solo revisaremos uno de los documentos, titulado “Strengthening the resilience of the banking sector”. Dejaremos los demás temas para posteriores ediciones.
Para soportar las pérdidas en que incurren los bancos en épocas de crisis, se cuenta con una base de capital (patrimonio). Si es sólida, los bancos pueden superar las crisis; si no, colapsan. Una lección de la pasada crisis financiera internacional (2007-2009) es que muchos bancos, a pesar de que nominalmente cumplían los requisitos regulatorios de capital, se vieron en problemas porque éste no era de adecuada calidad. Por tanto, hay una tendencia regulatoria a hacer más estrictos los requisitos sobre el capital. Esto, que desde una perspectiva significa adoptar unas normas más prudentes, desde otra puede implicar unas exigencias de capitalización a los bancos que pueden resultar onerosas.
Durante la crisis financiera algunos bancos contaban con una base de capital de buena calidad de solo el 2%, a pesar de cumplir nominalmente con el requisito de que el capital fuera mínimo el 8% de los activos. Esto sugiere que, si se adoptan las recomendaciones que ahora se están ventilando, los requerimientos de capital para algunos bancos podrían hasta cuadruplicarse. Semejante exigencia puede ser extremadamente onerosa para los bancos que requieran esa capitalización adicional. También puede significar una alteración profunda de los flujos de capital internacionales que, en lugar de fluir a proyectos rentables en economías emergentes, tendrían que destinarse a capitalizar entidades financieras de países desarrollados. Es por tanto de crucial importancia entender hacia dónde se están moviendo las tendencias regulatorias mundiales.