El Foro Económico Mundial publicó recientemente su segunda versión del Reporte de desarrollo financiero, que se produce anualmente. El desarrollo financiero de Colombia se califica con una nota de 2.9 sobre 7, lo cual implica que entre 55 países el nuestro ocupa la posición 46. El índice se divide en tres grandes categorías: (1) factores, políticas e instituciones, que son las características fundacionales que permiten el desarrollo financiero. La medición se basa aquí en tres pilares: ambiente institucional, ambiente de negocios y estabilidad financiera. (2) Intermediación financiera, que mide la variedad, tamaño, profundidad y eficiencia de los intermediarios y mercados financieros. Aquí también se miden tres pilares: servicios financieros bancarios, servicios financieros no bancarios y mercados financieros. Y (3) acceso financiero, que mide la facilidad con la cual los individuos y los negocios pueden tener servicios financieros. La principal fortaleza nuestra está en la categoría de factores, políticas e instituciones, especialmente en el pilar de estabilidad financiera. Colombia se destaca en los aspectos puntuales de la estabilidad de la moneda y el sistema bancario y en el costo de hacer negocios. Las principales debilidades están en la categoría de intermediación financiera, en particular en el pilar mercados financieros, que cubre a los de divisas, bonos, acciones y derivados, es decir, en el mercado de valores. En este último pilar se presentan las mayores debilidades: Colombia es el país más atrasado de la muestra en el tema del mercado de valores. En los servicios financieros bancarios, el principal problema es en el tamaño (con respecto al PIB): la profundización financiera de los bancos es muy baja. Por último, la categoría de acceso financiero saca una nota intermedia. Los problemas aquí se concentran en el acceso personal a los servicios financieros, ya que el empresarial tiene una calificación algo mejor.
Un estudio cuidadoso de estos resultados puede servir para delinear una estrategia de desarrollo financiero, basada en la identificación de las principales debilidades estructurales que tiene el sistema financiero colombiano. En particular, parece fundamental que las políticas públicas para el sector, fuera de hacer énfasis en temas como la estabilidad y el control, se concentren también en su promoción. Sin lugar a dudas, las autoridades han hecho esfuerzos considerables para impulsar el desarrollo financiero. El problema de éstos no ha sido su ausencia, sino su falta de coherencia con un entorno macro que todavía no es favorable al desarrollo financiero.