Aunque los colombianos están aplicando desde hace meses una rigurosa dieta crediticia, la cual tiene a media marcha la cartera de las entidades, que a abril pasado crecía al 4,6 por ciento real frente al 10,8 por ciento de un año atrás, los banqueros esperan que esa abstención no sea tan severa, por lo menos con los préstamos hipotecarios, en los cuales hay espacio suficiente para crecer. (…) En la Asociación Bancaria de Colombia (Asobancaria) sostienen que esas barreras se relacionan con la renuencia de las personas a tomar créditos de muy largo plazo, luego de la debacle del sistema Upac –finales de los años 90–, por lo que ahora prefieren ahorrar más antes de tomar una deuda que bien puede tardar varios años en saldarse (10, 15 o 20 años).