El mercado de capitales y el de crédito proveen servicios complementarios. El desarrollo del mercado de capitales contribuye al de la banca comercial y a su operación eficiente. No obstante, existe un debate sobre el papel que debe jugar la banca en el desarrollo del mercado de capitales. Un punto de vista sostiene que la banca comercial y la de inversión deben operar de manera independiente. Otro, en contraste, afirma que esta operación debe estar integrada en la banca universal. Colombia a lo largo de las dos últimas décadas ha venido avanzando en la ruta de la multibanca. Sin embargo, aún no se ha explotado el potencial de la red bancaria como canal de distribución de productos del mercado de capitales, ni está autorizada la inversión en acciones por parte de los bancos. En consecuencia, resulta pertinente preguntarse si una mayor participación de la banca comercial en las actividades de inversión podría constituir una ruta efectiva para la promoción del mercado de capitales.
El mercado de capitales colombiano se ha desarrollado satisfactoriamente, aunque con algunas limitaciones. En primer lugar, ese desarrollo se ha logrado esencialmente con base en la emisión y negociación de títulos de deuda y de acciones, en razón de que el uso de nuevos y más sofisticados instrumentos ha sido limitado. En segundo lugar, el mayor beneficiario de ese desarrollo ha sido el Estado. En tercer lugar, pocas empresas en Colombia llenan las condiciones requeridas para acceder al mercado de capitales. En este mercado, los fondos de pensiones y las fiduciarias son los jugadores más robustos, pero no es despreciable el músculo de los establecimientos de crédito. Por tanto, para profundizarlo puede resultar conveniente permitir una mayor participación de estos últimos.
Los instrumentos más populares del mercado de capitales no están al alcance de la gran mayoría de empresas colombianas. Aunque sea normal que solo empresas grandes y consolidadas puedan acceder a sofisticados productos del mercado de capitales, existe el enorme reto de desarrollar instrumentos de financiación aptos para compañías de menor tamaño, típicas de la estructura empresarial colombiana.
El gran desafío que enfrenta el país hacia el futuro es aumentar la canalización del ahorro financiero hacia actividades productivas privadas, para lo cual es preciso ajustar las finanzas del Estado.
El Ministerio de Hacienda tiene dos agendas para el sector financiero: la inclusión y el desarrollo del mercado de capitales. Para este último propósito ha propuesto la elaboración de una “Hoja de Ruta”, para la cual, hasta el momento, solo ha definido una metodología de trabajo y unos temas a tratar: competencia, protección al inversionista, oferta y demanda de papeles, transferencia de riesgos e infraestructura. Asobancaria cree que es conveniente incluir la discusión de los problemas originados en la regulación, que actualmente frenan la promoción. Esa discusión debe contemplar, además, la generación de incentivos para atraer más y nuevos emisores, para ampliar los espacios de acción de los agentes y para corregir la reducida y concentrada oferta de instrumentos.