En junio de 2006, la presencia de la banca en el país era de apenas el 72,4%. Preocupados por promover el acceso a los servicios financieros y acercarse más a sus clientes, la banca y el Gobierno Nacional crearon la posibilidad de prestar servicios financieros a través de corresponsales bancarios (CB). Efectivamente, con este medio se logró aumentar la cobertura y ofrecerle a la población la posibilidad de realizar operaciones financieras en la farmacia más cercana o con su tendero de confianza, ahorrando tiempo y dinero en desplazamientos hasta una oficina bancaria.
En junio de 2006, la presencia de la banca en el país era de apenas el 72,4%. Preocupados por promover el acceso a los servicios financieros y acercarse más a sus clientes, la banca y el Gobierno Nacional crearon la posibilidad de prestar servicios financieros a través de corresponsales bancarios (CB). Efectivamente, con este medio se logró aumentar la cobertura y ofrecerle a la población la posibilidad de realizar operaciones financieras en la farmacia más cercana o con su tendero de confianza, ahorrando tiempo y dinero en desplazamientos hasta una oficina bancaria.
En cuanto al uso y aceptación que se le ha dado a este canal, el número de transacciones en lo corrido del año, hasta septiembre, ascendió a 65,1 millones por un total de $14,3 billones de pesos.
Para poder alcanzar estas cifras fue necesario hacer más eficiente el funcionamiento de los corresponsales bancarios; en efecto, el modelo se ha ido adaptando a las distintas necesidades tanto de la oferta como de la demanda. En particular, se ha presentado una dinámica interesante en las estrategias de selección empleadas por los bancos, que ha permitido que se ponga en funcionamiento un mayor número de agentes en muy poco tiempo.
Dada la importancia de este canal y el potencial que tiene, se debe seguir trabajando en lograr una mayor cobertura de las zonas rurales del país, garantizar la permanencia de los agentes ya establecidos e incentivar su uso. En tal sentido, es deseable desarrollar, adicionalmente, la normatividad apropiada para que las entidades financieras puedan, a través de estos, vincular clientes mediante la apertura de cuentas o de productos del activo y con esto contribuir al objetivo común de aumentar la inclusión financiera en el país.