En el discurso de instalación del XIII Congreso Panamericano de Riesgo de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo, la Presidenta de Asobancaria, María Mercedes Cuéllar, se refirió al sistema ideal para prevenirlo, con la participación de diversos actores, en los siguientes términos.
De tiempo atrás, el mundo viene enfrentando múltiples amenazas asociadas con el lavado de activos y la financiación del terrorismo. La criminalidad vinculada a estas conductas resulta compleja y dinámica. Además, ha encontrado en la cooperación y la articulación altos niveles de rentabilidad. Por estos motivos, en la actualidad el mundo enfrenta complicadas estructuras delincuenciales transfronterizas.
La experiencia muestra que, para contrarrestar las organizaciones delincuenciales dedicadas a realizar estas conductas, se requiere un entramado institucional de gran envergadura. Un sistema anti-lavado y contra la financiación del terrorismo ideal requiere la participación del gobierno, los hogares, las empresas y el sector externo.
De parte del gobierno es importante el desarrollo de un marco normativo adecuado que contribuya de manera eficiente al sistema anti-lavado y contra la financiación del terrorismo. Además, se requiere de mayor articulación interinstitucional. Por el lado de los hogares la participación en el sistema anti-lavado de activos y contra la financiación del terrorismo en Colombia es casi nula y por tanto hay que seguir trabajando frente a la cultura en este sentido.Por el lado de las empresas, es necesario diferenciar el sector financiero del real en cuanto al desarrollo de acciones relacionadas con la lucha contra el LAFT porque, sin lugar a dudas, el primero ha sido mucho más avanzado que el segundo. En el ámbito global se hace necesario que la cooperación internacional sea cada vez más estrecha y capaz de evolucionar junto con las modalidades de LAFT.
Un sistema anti-lavado de activos y contra la financiación del terrorismo ideal no solo requiere de la participación diferentes actores, sino que también demanda que todos cumplan a cabalidad con sus tareas y funciones. Los resultados serán insuficientes, si solo una parte de las instituciones realizan adecuadamente sus labores, al tiempo que en otros sectores los desarrollos son limitados.
Este tipo de sistemas deben ser dinámicos a fin de que puedan adaptarse a las realidades propias de cada sociedad. Por ejemplo, en el caso colombiano deberá hacer frente a asuntos particulares en relación con la gestión del sistema anti-lavado de activos y contra la financiación del terrorismo tales como el contrabando, el sector inmobiliario, la propiedad de la tierra y la inclusión financiera.