Celebro las disposiciones que el Gobierno, en conjunto con la Asobancaria, ha implementado para aumentar el acceso de la población a productos y servicios financieros, y promover el buen uso de éstos. Las cifras, pese a que son positivas, también evidencian que aún hay un camino largo por recorrer y una oportunidad potencial para reducir la pobreza, fortalecer la capacidad productiva y generar mayores niveles de crecimiento y desarrollo económico.