• El consumo privado, que ha liderado el crecimiento económico gracias a su importante participación, cercana al 70% del PIB, continuará experimentando importantes transformaciones en el futuro cercano. Antes de la pandemia ya se venían presentando cambios reflejados en la incorporación y mayor ponderación de servicios streaming, planes de celular y equipos tecnológicos, así como un mayor protagonismo del e-commerce gracias a la masificación del acceso a internet y la transformación digital de los negocios.
• Con la llegada de la pandemia a inicios de 2020, la dinámica cambió en respuesta a las nuevas condiciones sociales y económicas. El valor de las ventas en línea se incrementó un 30,6% en 2020, más de dos millones de personas se incluyeron al sistema financiero, y las preferencias y prioridades en el gasto se ajustaron a los aislamientos decretados.
• Si bien con los avances en los planes de vacunación y la reactivación económica la normalización se continuará materializando de forma progresiva, hay algunas tendencias que parecen haber llegado para quedarse. Entre las principales tendencias que se han acentuado y se anticipa su prolongación en los próximos años se destacan (i) los modelos de trabajo semipresencial o completamente virtual incentivando el interés por la adquisición de vivienda en las periferias, (ii) los servicios a través de plataformas virtuales como citas médicas, educación, entretenimiento y servicios profesionales, todos desde la comodidad de la casa y (iii) una mayor conciencia por el planeta que se refleja en una mayor demanda de marcas que brinden alternativas sostenibles.