La industria bancaria desempeña un papel fundamental en el fortalecimiento empresarial y en el mejoramiento de la calidad de vida de los hogares a través de diferentes mecanismos de colocación de recursos. Durante la última década, la oferta de recursos por parte del sector bancario se incrementó notablemente, lo que se tradujo en un gran dinamismo de la cartera crediticia, cuya tasa de expansión promedio se ubicó en 14% en términos reales.
La dinámica de la cartera crediticia guarda una relación directa con el comportamiento del PIB. En este sentido, el proceso de desaceleración económica por el cual viene atravesando el país genera moderaciones sobre la dinámica del crédito. Sin embargo, la variabilidad y la elasticidad de la cartera ante fluctuaciones del PIB se ha ido reduciendo en el tiempo, lo que ha permitido que los agentes de la economía perciban una menor transmisión de los efectos del ciclo económico sobre la dinámica de la cartera.
De manera consistente con una mayor moderación de la actividad económica respecto a lo considerado meses atrás, Asobancaria ha revisado a la baja sus estimativos de crecimiento de la cartera para el periodo 2016-2017. Esperamos en 2016 un crecimiento de la cartera total más cercano al 5,2% real que al 5,9% que señalábamos meses atrás, lo que equivale a un crecimiento nominal de 11,2%. Para 2017, en un escenario en el que la economía estaría experimentando un crecimiento levemente por encima del 3,0%, la cartera mostraría un crecimiento cercano al 8,2% real, cifra consistente con un crecimiento nominal del orden del 12%.
En caso de que la actividad económica exhiba una desaceleración mayor a la estimada en nuestro escenario base (niveles de expansión por debajo del 2% real) y que el ajuste de la política monetaria sea más acentuado tanto en magnitud como en duración frente a lo previsto en nuestro escenario central, la dinámica de la cartera podría tener un ajuste mayor al aquí considerado.
Aunque las condiciones económicas mantendrán un importante grado de complejidad, en particular a lo largo de este año, no se espera que los indicadores de calidad y morosidad de la cartera se deterioren de manera excesiva. La Banca, dado el complejo panorama local y externo, continúa comprometida en el análisis y monitoreo constante de los riesgos, un hecho que le permitirá responder de forma adecuada y oportuna a la más mínima señal de alerta.