Si bien la llegada de la pandemia generó un fuerte golpe en la economía global, también propició cambios en los hábitos de consumo y transformaciones tecnológicas que seguramente perdurarán. En la primera parte del año, para atenuar la velocidad de propagación del covid-19, en la mayoría de los países se adoptaron medidas de aislamiento social que llevaron a que una parte significativa de la fuerza laboral se viera obligada a realizar el trabajo de forma remota. A su vez, en la academia, estudiantes y profesores se vieron abocados a que sus interacciones se dieran en entornos digitales.