En esta difícil coyuntura económica que nos ha dejado el covid-19 ha quedado claro que la planeación financiera juega un papel determinante en el porvenir y crecimiento económico de una nación. La correcta administración de los recursos, la cultura del ahorro, el endeudamiento responsable, y la gestión y valoración del riesgo por parte de cada hogar son factores que reflejan, en el agregado, la resiliencia del país para sortear escenarios de estrés. Sin embargo, la actual situación ha dejado al descubierto las debilidades de los colombianos para manejar sus finanzas personales basados en los principios de ahorro y uso eficiente de los recursos para la consecución de metas a futuro.