• El apremiante entorno de riesgos en medio de la desaceleración económica llevó a que el sector financiero definiera medidas excepcionales con celeridad. La complejidad de establecer medidas de alivio que simultáneamente beneficien a los clientes afectados sin comprometer la estabilidad del sistema financiero se soporta en el hecho de que la cartera bruta bancaria ha representado en el último lustro cerca del 94% del mismo ahorro de los colombianos en el sistema.
•Las medidas implementadas imponen grandes retos para la intermediación financiera, especialmente en la administración de activos y pasivos, pues es de los depósitos a la vista y a término de donde principalmente se financian los préstamos a los deudores que adquieren obligaciones a distintos plazos. De allí la importancia de gestionar el riesgo asociado al descalce temporal entre estos rubros.
• Por el lado del pasivo, la materialización de un escenario de baja probabilidad pero alto impacto, como el actual, pudo haber representado un riesgo en términos del fondeo, considerando la mayor necesidad de recursos inmediatos por parte de los depositantes que han tenido afectaciones en sus ingresos.