• El aumento de la productividad de las empresas facilita su consolidación exitosa en el
mercado, su subsistencia a mediano y largo plazo, así como el aumento de sus ingresos,
utilidades y tamaño, entre otros. Ello es así porque la productividad da cuenta de las
variaciones en la producción que no son explicadas por los cambios en el uso de los
insumos que tienen injerencia directa en la producción de las empresas.
• Los determinantes de la productividad se agrupan en internos y externos a la empresa,
los cuales tienen un impacto directo sobre su capacidad operativa, eficiencia y desarrollo.
Los determinantes internos se asemejan a “palancas” que los gerentes de las compañías
podrían “accionar” para impactar directamente en la eficiencia de su negocio, mientras
que los determinantes externos son elementos propios del mercado cuyo efecto puede
ser transitorio o permanente e influyen en los incentivos de los productores para la toma
de decisiones estratégicas.
• El financiamiento formal tiene efectos directos e indirectos en el crecimiento de la
productividad de las empresas, ya que facilita el uso eficiente del capital a nivel
económico agregado y en la inversión en proyectos de innovación, investigación y
desarrollo, así como en la adopción de nuevas tecnologías, entre otros. Por lo tanto, el
sector financiero desempeña un rol determinante en el impulso y apoyo a la consolidación
de las empresas en el mercado al canalizar eficientemente los recursos que dinamizan el
sector empresarial.