Bogotá; D.C. 20 de marzo de 2018
Asobancaria propone alternativa a la eliminación de los tres ceros de los billetes
El debate por la intención de eliminar los tres ceros de la denominación del peso colombiano se ha vuelto a revivir por parte del Gobierno Nacional. Si bien esta iniciativa no es nueva, pues en el pasado se han realizado esfuerzos para concretar dicho propósito, actualmente el Gobierno Nacional esta encaminando la propuesta para darle trámite a un Proyecto de Ley que permita su implementación.
En Asobancaria hemos concluido que el momento para eliminar los tres ceros no es el adecuado. El país se encuentra inmerso en el proceso de implementación de una nueva familia de billetes desde hace un trienio, con un nivel de ejecución aún inferior al 30% y en plena coexistencia con la antigua familia de billetes. Así mismo, resulta muy difícil hacer compatible un periodo de transición muy corto, como el que se requeriría para confiscar los dineros ilícitos, con el tiempo necesario para que la eliminación de los tres ceros tenga la suficiente difusión pedagógica, operativa y tecnológica para evitar traumatismos en la economía.
La banca, después de un análisis riguroso en materia de costo/beneficio de las propuestas planteadas desde la Fiscalía y el Gobierno, encuentra que la medida resulta ser poco eficiente -y costosa-, tanto por los desafíos operativos como culturales que incorpora. Un sistema multimoneda como el que se derivaría de una nueva denominación sin tres ceros, resultaría no solo multi-ineficiente sino costoso en materia transaccional y constituiría un claro retroceso en la solidez y simplicidad para el ecosistema de pagos.
No hay mejor camino que profundizar y acelerar en el corto plazo el proceso que viene dándose desde 2015 respecto a la implementación de la nueva familia de billetes. A pesar de los costos que implicaría la aceleración de la implementación al 100%, el sector bancario está dispuesto a apoyar esta alternativa, la cual lograría materializar los beneficios en materia de legalidad y legitimidad a un costo económico y social mucho menor.
Esta medida, óptima desde una óptica de costo-eficiencia-beneficio, deberá por supuesto implementarse a través de un Proyecto de Ley que le quite el poder liberatorio a la antigua familia de billetes una vez termine la transición acelerada. Pasada esa fecha la única manera de legalizar cualquier denominación de la antigua familia de billetes deberá ser a través de una ventanilla del Banco de la República o mediante formatos de declaración, diligenciados a través de los bancos comerciales que tendrán que validarse ante la autoridad monetaria y la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF).
Culminar este proceso resulta ser hoy no solo un imperativo sino, a la luz del debate actual, la medida más efectiva para visibilizar dineros ilegales y garantizar la simplicidad y robustez de nuestro ecosistema transaccional.