• Comienza un año retador tanto en el plano económico como en el político. Pocos años han sido tan cruciales en la construcción de agendas político-económicas como el que comenzamos a transitar. Las perspectivas en materia económica son desde luego más positivas frente a las que teníamos en 2017, pero los riesgos y los desafíos, de gran calado en nuestro proceso de construcción de país, complementan un panorama económico y social que nos invita a la prudencia y asertividad en el plano democrático.
• Para Asobancaria el entorno externo de 2018 será catalogado, al igual que 2017, como un año de incertidumbre, aunque con una visión un poco más positiva frente a los resultados económicos del año pasado. El balance del primer año del gobierno Trump ha sido bastante polémico. Las tensiones con Corea del Norte, sus políticas migratorias y las consecuencias derivadas de su reforma fiscal, con la cual pretende dinamizar el crecimiento económico del país, recortando significativamente el gravamen para las empresas del 35% al 21%, son algunas de sus medidas más controversiales.
• Para las economías emergentes y europeas en materia electoral el 2018 será un año determinante, pues se llevarán a cabo elecciones presidenciales en algunas de ellas, incluida Colombia. En este sentido, la incertidumbre política es uno de los principales riesgos que, en caso de materializarse, afectaría ostensiblemente el proceso de recuperación de nuestra economía, desembocando en un aumento de la volatilidad de los precios de los activos nacionales y, por consiguiente, de la estabilidad del sistema financiero colombiano.