- El primer semestre del año se vio marcado por la recuperación de la economía colombiana, hecho que se evidenció a partir de cifras de crecimiento más altas que lo inicialmente esperado. Para 2024, estimamos que la economía colombiana crezca 1,8%, mientras que para 2025 contemplamos que la actividad productiva se expanda a un ritmo de 3,2%, cifra que superaría a la antes proyectada (2,8%) debido a los efectos esperados del Pacto por el Crédito, la estrategia tripartita que aumentará el otorgamiento de crédito en 55 billones de pesos en los próximos 18 meses.
- Desde el enfoque de la demanda, esperamos que todos los componentes del gasto se ubiquen en terreno positivo a cierre de año, hecho que ya se observó en el segundo trimestre. En los próximos meses, estimamos que los recortes a la tasa de interés, tanto los ya efectuados como los venideros y el anclaje de las expectativas inflacionarias, lleven a que la cartera de consumo inicie su recuperación y se dinamice el gasto de los hogares.
- La continuidad del ciclo bajista de la tasa de interés de intervención, así como las estrategias para la reactivación, como el Pacto por el Crédito, permitirán que la inversión se expanda a un ritmo de 1,7% en 2024, para luego hacerlo en 4,6% en 2025. A pesar de las mejores perspectivas que contemplamos para la Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF), cabe señalar que los retos que enfrenta su recuperación son considerables, en especial en componentes como el de obras civiles y vivienda.
- Por el lado de la oferta, el crecimiento económico continuaría siendo impulsado por rubros como la agricultura y la administración pública, a la vez que el comercio y la construcción seguirían mostrando signos de recuperación. En contraste, la industria y las edificaciones continuarían enfrentando un panorama complejo en lo que resta de 2024, mientras que en 2025 comenzarían a mostrar un mejor desempeño, en parte, por el impulso generado por el Pacto por el Crédito.
- No obstante, Colombia enfrenta varios riesgos que podrían dificultar la consolidación de su recuperación económica. A nivel internacional, existen preocupaciones por una menor tracción de las grandes economías, así como por los conflictos geopolíticos. A nivel local, la incertidumbre en torno al financiamiento del PGN 2025 y la flexibilización de la regla fiscal, podría deteriorar la confianza y obstaculizar la reactivación.