- El 2022 estuvo marcado por un aumento sostenido de los precios del petróleo, que llevó a que la cotización de la referencia Brent se incrementara en 43% anual hasta alcanzar un nivel de USD 100,8 por barril. Este comportamiento se explicó tanto por una mayor demanda a nivel global como por factores de oferta relacionados al conflicto en Ucrania y los cuellos de botella en la producción de esta materia prima. Asimismo, el precio del carbón alcanzó máximos históricos en su cotización al bordear los USD 400 por tonelada, mientras que la cotización del precio de níquel también repuntó hasta ubicarse en niveles cercanos a los USD 30.000 por tonelada métrica.
- Para el año en curso esperamos que, pese a que las menores perspectivas de crecimiento económico afectarán la demanda por estos bienes minero-energéticos, las cotizaciones se mantendrían por encima de su media histórica, más cuando la OPEP+ ha anunciado el aumento en su plan de recortes. Así, el precio del barril de Brent se espera promedie los USD 85 por barril, la tonelada de carbón los USD 187,25 y la tonelada de níquel USD 27.518. No obstante, el desarrollo del conflicto entre Rusia y Ucrania, el comportamiento de la actividad productiva en China luego de la eliminación de la política de Covid-Cero y el impacto de la desaceleración económica a nivel mundial, serán factores que condicionarán el desempeño de las cotizaciones.
- El sector minero energético continúa siendo fundamental para el desarrollo de la economía colombiana, toda vez que, pese a la disminución de su participación en el PIB en los últimos años, contribuye a i) los ingresos a la nación a través de impuestos (Renta e IVA) y utilidades de Ecopetrol, ii) el financiamiento de los entes territoriales por medio de las regalías, iii) las exportaciones y la Inversión Extranjera Directa.
- Se ha observado que la producción de minero-energéticos en el país no solo depende del comportamiento de los precios, sino que esta principalmente explicada por factores idiosincráticos como la regulación de estas actividades, el tratamiento tributario diferencial que se les da y la conflictividad en los territorios.
- La gradualidad del proceso de transición energética a nivel global no se contempla que sea incompatible con la explotación de materias primas como el petróleo y el carbón, a la vez que se espera que impulse la demanda por otras como el níquel. En este contexto, la articulación entre las autoridades, el sector privado y la ciudadanía será fundamental para aprovechar la materialización de un superciclo de precios en los próximos años, lo cual se contribuiría al fortalecimiento de la economía y el impulso de la transición energética en el país.
*Esta investigación/evento es realizada por Asobancaria en el marco de la Alianza EFI. Se espera continuar con el análisis de la inclusión financiera de las MiPyme en Colombia para entender cómo abordar las principales brechas y reducir la informalidad económica para impactar positivamente en el desarrollo económico y social de las regiones del país.