- La inclusión financiera facilita el diario vivir y ayuda a un mayor bienestar de las familias, permite elevar la productividad de los negocios, planear metas a largo plazo y atender emergencias inesperadas. Además, tiene el potencial de disminuir la desigualdad y la pobreza, e incentivar el crecimiento económico.
- En términos de acceso a servicios financieros formales el país ha avanzado significativamente, tanto en hombres como mujeres. Sin embargo, la brecha del indicador de acceso de género se mantiene en 6,8 puntos porcentuales.
- Factores como la participación en el mercado laboral, los salarios y la informalidad de los empleos siguen siendo un impedimento para que las mujeres tengan un mayor acceso al financiamiento y a otros servicios financieros. La política pública se debe enfocar en mejorar estas condiciones para mejorar la oferta de los servicios financieros para mujeres.