- Durante 2022, la economía colombiana se apalancó en la importante expansión del consumo, la recuperación de la inversión y la favorabilidad en los términos de intercambio. Sin embargo, no fue ajena a los fenómenos inflacionarios, por lo que el Banco de la República continuó el ciclo alcista en su tasa de interés de intervención (TPM).
- El endurecimiento monetario se transmitió a las tasas de colocación y captación que ofrecen las entidades financieras. Las tasas de captación han reflejado en su totalidad los aumentos en la TPM, fenómeno influenciado por la implementación del CFEN. Por otra parte, las tasas de interés de colocación de la cartera de consumo y comercial también sobre reaccionaron al ciclo alcista, influenciadas además por el nivel de riesgo.
- Al cierre de 2022, la cartera bancaria habría culminado con un crecimiento real anual cercano a 3,5%. La cartera de consumo fue la que impulsó en mayor medida este resultado, lo que se alinea con la dinámica favorable del consumo de los hogares. La cartera comercial se habría expandido un 3,0% real en 2022, configurándose como la única modalidad con aceleración en su crecimiento. La cartera de vivienda se habría desacelerado hasta el 1,5% en medio del aumento de las tasas de interés
- El freno de la actividad productiva en 2023 y una TPM alta implicarán, sin duda, desaceleraciones en materia de otorgamiento de crédito, por lo que se proyecta un crecimiento real anual de la cartera bancaria de 2,1% en 2023. Este comportamiento estaría explicado principalmente por los crecimientos que exhibirían las modalidades de consumo y comercial. La calidad de la cartera bancaría se deterioraría 3 pp. anuales a finales de 2023, alcanzando el 3,7%.
- El Indicador de Alerta Bancaria de Asobancaria señala un nivel de riesgo alto para el cierre de 2023, influenciado principalmente por la desaceleración económica, un entorno de alta inflación acompañado de altas tasas de interés, un menor crecimiento de la cartera y mayores niveles de vencimiento.
- El sistema bancario continuará comprometido con el desarrollo económico y social colombiano. A pesar de la desaceleración económica de 2023, la cartera de créditos crecerá por encima del PIB, lo que permitirá seguir apalancando las decisiones de inversión y de gasto de los hogares y las empresas. Aunque el nivel de riesgo aumentará, la adecuada gestión de riesgos de las entidades bancarias y el trabajo conjunto con las autoridades para continuar avanzando hacia mejores prácticas permitirá que el sistema bancario siga otorgando estabilidad a la economía colombiana.