- La inclusión financiera facilita el diario vivir, aumenta el bienestar de las familias, eleva la productividad de los negocios, permite planear metas a largo plazo y atender emergencias inesperadas. Además, tiene el potencial de disminuir la desigualdad y la pobreza, e incentivar el crecimiento económico. Por esta razón, la medición de la inclusión financiera rural es relevante en Colombia, un país con múltiples desafíos en el campo.
- En términos de acceso a servicios financieros formales, a nivel nacional hemos avanzado significativamente, sobre todo en las ciudades y aglomeraciones, y ciudades intermedias. Sin embargo, persisten importantes brechas para la población que reside en las zonas rurales y rurales dispersas del país.
- En términos de cobertura física del sector financiero, el desarrollo del canal de corresponsalía bancaria ha sido un factor clave para los llegar a las regiones apartadas o desconectadas y alcanzar importantes logros en materia de inclusión financiera de las áreas rurales.
- Es evidente que factores como el alto distanciamiento, la falta de infraestructura vial y conectividad, y la informalidad en los factores de producción siguen siendo un impedimento para tener un mayor acceso al financiamiento y otros servicios financieros. La política pública se debe enfocar en mejorar estas condiciones para mejorar la oferta de los servicios financieros en las zonas rurales del país.