- A inicios de este año, nuestras proyecciones indicaban una mayor depreciación de la moneda durante el primer trimestre del 2022 debido a los efectos derivados de las expectativas sobre la normalización de la política monetaria la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED). A ello se sumaba la incertidumbre a nivel local generada por las elecciones presidenciales y legislativas.
- La invasión de Rusia a Ucrania generó una ruptura transitoria entre la estrecha correlación entre la Tasa de Referencia del Mercado (TRM) y el valor del dólar a nivel global (capturado por el índice DXY) que se venía evidenciando desde el 2021, pues la escalada en los precios del petróleo y demás energéticos pasó a predominar en el comportamiento del peso colombiano.
- La buena dinámica de los flujos como consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania permitió que la TRM cayera hasta $3.706 a comienzos de abril, el nivel más bajo desde junio del 2021.
- No obstante, en la última semana de abril la TRM rompió su carrera bajista, luego de las declaraciones de la FED y el Banco Central Europeo sobre la necesidad de tomar medidas más rápidas y de acoger una política monetaria más agresiva en las siguientes reuniones a la luz de la persistencia de la inflación y el conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania. Entretanto, el clima electoral ha generado presiones adicionales sobre los títulos de deuda pública local, que muestran mayores tasas de rendimiento frente a los observadas a comienzos de año.
- La evidencia empírica que se muestra en este documento indica que los factores externos son los que mayor incidencia tienen en el comportamiento de la tasa de cambio, primando el valor del dólar a nivel global y las decisiones de política monetaria no convencional. A su vez, la prima de riesgo también tiene efecto significativo sobre el comportamiento del peso colombiano. En este sentido, las expectativas sobre la continuidad de la normalización monetaria, las presiones inflacionarias externas y la incertidumbre electoral continuarán generando volatilidad y sesgos alcistas sobre la moneda local.