- Existe una extensa evidencia empírica de los efectos positivos que genera una mayor profundización financiera especialmente en países en vías de desarrollo. El ahorro y el crédito secundan un mayor crecimiento económico, incentiva la inversión, genera oportunidades para el financiamiento que requieren empresas y familias, y por esta vía contribuye a la mejora de indicadores sociales de pobreza y equidad.
- A nivel regional, la profundización financiera ha avanzado en las principales economías de Latinoamérica, aunque el ritmo de crecimiento y los niveles presentan una importante heterogeneidad. Mientras que Chile y Panamá se destacan por sus altos niveles de profundización, cercanos al 100% del PIB, Bolivia y Chile se destacan por sus avances de 37 y 20 puntos porcentuales (pp) adicionales en la última década, respectivamente, superiores al promedio regional de 10 pp.
- En el caso de Colombia, la profundización se ha incrementado principalmente por la cartera de hogares y no de empresas, y se observa una disparidad de avances en los distintos departamentos del país. En el último quinquenio aparece un estancamiento sobre el cual es imperativo seguir trabajando entre autoridades, entidades crediticias y Gobierno Nacional.
- Los retos para seguir avanzando en materia de profundización en la región se relacionan con lograr una mayor inclusión financiera de las Mipymes y de la población más vulnerable como mujeres, jóvenes, personas adultas, población rural y de bajos ingresos; así como seguir potenciando una mejor inclusión digital y educación financiera.