- El 2021 cierra con un balance muy positivo para la economía superando las previsiones que se tenían a inicio de año. El sector financiero secundó eficazmente la recuperación económica mediante el canal del crédito, que siguió operando sin pausa y administrando con éxito los riesgos de los recursos que se encuentran depositados en el sistema.
- El Programa de Acompañamiento a Deudores (PAD) de la Superfinanciera y “Unidos por Colombia” del FNG, claves durante los periodos más críticos de la pandemia, han llegado a su fin de forma ordenada y con resultados muy favorables, logrando apoyar a los más afectados sin generar complicaciones para la estabilidad del sector financiero.
- En 2022 esperamos que la consolidación de la recuperación económica no se vea frenada por presiones al sistema sanitario. Proyectamos un crecimiento del crédito del 7,8% nominal (3,1% real). El crédito de consumo sería la modalidad con mayor crecimiento (15,2% nominal) soportada en el buen desempeño de la demanda interna y el mejoramiento gradual del mercado laboral. El crédito empresarial, por su parte, se desaceleraría frente a máximos alcanzados en los meses previos.
- El riesgo de crédito fue controlado en los momentos más álgidos de la pandemia gracias a los alivios y garantías, y su finalización no supuso deterioros en la calidad de la cartera, que habría cerrado en cerca de 4,2% en 2021, mejorando incluso frente al registro de 2019. Para 2022 no se esperan riesgos importantes en este frente. La calidad se mantendría en torno al 4.0%.
- El Indicador de Alerta Bancaria de Asobancaria (IAB) marca un nivel de riesgo medio-bajo para el 2022, mejorando frente al año anterior. Esto se explica a nivel macroeconómico por la continua recuperación de la actividad económica y el empleo, y a nivel sectorial por los adecuados niveles de solvencia y bajo riesgo crediticio. Las variables de tasa de cambio real y, en menor grado, tasa de interés presentan alertas, de allí la importancia de su constante monitoreo.
- Estos resultados reflejan el potencial del sector para seguir contribuyendo a la economía mediante un continuo apoyo a los sectores estratégicos. Los desafíos para atender las necesidades cada vez más particulares de los clientes financieros, los desarrollos que buscan estar a la vanguardia de las nuevas tecnologías para seguir avanzando en la eficiencia, y el llegar a clientes con baja atención serán la prioridad para seguir contribuyendo a un desarrollo sostenible e inclusivo que responda al compromiso que la banca tiene con el país.