Bogotá, 22 de octubre de 2021
- De acuerdo con el ministro de Agricultura, Rodolfo Zea, este año se han colocado más de $20,8 billones en créditos agropecuarios.
En el segundo día del 11° Congreso de Acceso a Servicios Financieros y Medios de Pago de Asobancaria, CAMP, se presentaron los principales avances y retos en materia de inclusión financiera, un tema con bastantes cifras positivas a lo largo del 2020, ya que el indicador de acceso, de acuerdo con la Banca de las Oportunidades, llegó a 87,7%, lo que quiere decir que más de 32 millones de colombianos tienen acceso al sistema.
La primera intervención fue del ministro de Agricultura, Rodolfo Zea, quien explicó cómo han venido impulsando la inclusión financiera rural, no solo con entidades como el Banco Agrario, Fiduagraria o Finagro, sino con programas como Agricultura por Contrato, que ayuda a la formación de mejores precios para los productores agrícolas y les permite tener mejor acceso al crédito.
El ministro afirmó que, dentro de esa estrategia, la Línea Especial de Agricultura por Contrato les permite a los productores tener mejores tasas y que se les preste, con garantías de hasta 80%, a través de la agroindustria o de las empresas que hacen parte de la cadena de valor.
Así mismo el ministro señaló que el próximo año van a duplicar los recursos para el seguro agropecuario y que están trabajando para mejorar la asistencia técnica. “Si le damos asistencia técnica a ese productor, va a existir un menor riesgo de que se siniestre el proyecto productivo. Por eso promovemos que la banca aporte recursos para esa asistencia, porque con eso se reduce el nivel de riesgo y se favorece la bancarización”, señaló Zea.
El funcionario también hizo un balance de la entrega de créditos agropecuarios, en el que afirmó que en 2010 se colocaban $4,2 billones, mientras que en 2020 fueron $24,2 billones en 513.000 operaciones de crédito. Además, indicó que entre enero y septiembre de este año se han desembolsado $20,8 billones en 356.164 operaciones, con una participación importante de pequeños y medianos productores en las líneas especiales y las líneas de redescuento.
Luego del ministro hablaron dos de los representantes del sector: María Cristina Arrastía, vicepresidente de negocios en Bancolombia, y Margarita Henao, CEO de Daviplata, quienes presentaron los avances que se han presentado en dos de los principales actores del sistema.
La vicepresidente de negocios de Bancolombia indicó que han visto un crecimiento de 78% en los pagos digitales y que actualmente 74% de las transacciones están siendo hechas por medio de canales digitales. “Son muy buenos los números, pero tenemos retos como impulsar el uso de los productos financieros e impulsar segmentos como la ruralidad, las mujeres y los jóvenes”, afirmó.
Arrastía también explicó que, con estrategias como los pagos con QR, sus apps para diferentes tipos de clientes o plataformas como Wompi, Mis Aliados o Tu 360 Negocios están creando productos para segmentos como las pequeñas empresas y emprendedores. “Hace dos años nos propusimos llegar a 150.000 comercios con pagos QR, nos parecía una locura, pero hoy ya hemos llegado a más de un millón de comercios”, señaló Arrastía.
Por su parte, Henao destacó que Daviplata tiene cerca de 25.000 puntos disponibles, llega al 98% de Colombia y 56% de sus clientes está en zonas rurales y ciudades medianas, demostrando que han sido una buena herramienta para llegar a zonas del país a las que el sector financiero tradicional no ha llegado.
Adicionalmente, la ejecutiva de Daviplata resaltó hitos de la empresa como el haber participado en el pago de 57 millones de subsidios, la emisión de 1,7 millones de tarjetas virtuales, la creación del Marketplace Daviplata, el llegarles a 400.000 comercios y las alianzas con Rapi Pay y el Metro de Medellín.
Finalmente, Diana Mejía, especialista senior en inclusión financiera en la CAF, hizo un balance de cómo están las brechas de género en materia financiera. Mejía señaló que las mujeres son menos seguras que hombres respecto a sus conocimientos y habilidades financieras; que las mujeres tienden a ahorrar menos y a hacerlo en efectivo, debido a su posición más débil en el mercado laboral; y tienen más dificultades para elegir productos financieros.
A pesar de las brechas, Mejía mostró cómo cambios desde elementos como el manejo de los recursos del hogar pueden ser muy positivos, ya que las mujeres que se involucran de forma activa en la planificación y manejo de los recursos del hogar tienen mejores actitudes y conductas financieras. “Este segmento de mujeres tiene menos aversión al riesgo, manifiesta vigilar personalmente sus financias y es más propenso a la planificación”, indicó la especialista senior de la CAF.