• La pandemia del Covid-19 ha exacerbado los riesgos a los que están expuestas las entidades financieras, ocasionando una abrupta migración a la virtualidad por la implementación del teletrabajo e incrementando los delitos informáticos. Este panorama ha generado que las instituciones transformen sus procesos operativos y de control a un ritmo acelerado.
• Debido a las medidas de confinamiento y aislamiento social fue necesario implementar el trabajo remoto, circunstancia que aceleró el proceso de transformación digital para garantizar la operación del sistema financiero, lo cual implicó mayores inversiones en tecnología.
• Bajo el panorama de migración digital, se hizo indispensable robustecer la protección de la información de los usuarios, por lo cual en 2020, el sistema financiero invirtió COP 315 mil millones en seguridad digital, presentando un incremento del 64% frente al año anterior. Este monto se destinó principalmente a las plataformas y medios tecnológicos.