• En la medida que las economías crecen y se modernizan sus sistemas de pagos el uso del efectivo tiende a decrecer como proporción del PIB. Este no es el caso en Colombia donde, por el contrario, ha tendido a aumentar, impidiendo que se acelere la profundización financiera.
• Como proporción del PIB, el efectivo en Colombia bordeó el 6,1% entre 2010 y 2019, una cifra relativamente alta, pues en términos regionales sólo se ubicó por debajo Perú. Sin embargo, tras los efectos provocados por la pandemia en el 2020, todos los países experimentaron un incremento en sus indicadores de efectivo/PIB. En Colombia, la relación de efectivo/PIB bordeó el 9,5% del PIB en 2020, similar a Perú (10,2%) y México (9,4%).
• Al analizar otros indicadores del uso transaccional del efectivo, como es la razón entre el efectivo y el agregado monetario M2, a corte del 2020 este bordeó el 16,6%, un valor similar al registrado en México (18,4%) y Guatemala (18,6%), y muy por encima de casos como Brasil (9,3%) y Chile (7,3%).