• La auditoría interna ha dejado de ser vista como el área encargada de verificar el cumplimiento normativo, para convertirse en un equipo asesor de los órganos de gobierno que, más allá del aseguramiento, genera valor al interior de la organización.
• Bajo este nuevo panorama, el auditor ha debido implementar iniciativas enfocadas en adoptar una visión continua e integral, que le permita responder a las expectativas de la alta dirección, arrojando hallazgos, planes de acción y oportunidades de mejora alineadas con la estrategia de la organización y respondiendo rápidamente a los riesgos emergentes que impone la era digital.
• Las metodologías ágiles son una alternativa para que la auditoría sea más eficiente, al entregar hallazgos rápidos y oportunos e involucrar a las áreas encargadas de los procesos. Adicionalmente, el uso del agilismo genera valor al interior de la organización, reduciendo las rigideces existentes en los planes de auditoría y cantidad de documentación que se genera en el proceso.