• Ante los mayores riesgos para la sostenibilidad fiscal, el pasado 19 de mayo la agencia calificadora S&P anunció la rebaja de la calificación crediticia del país de BBB- a BB+. Sin bien esto se configura como una señal negativa, lo cierto es que los mercados internacionales ya venían descontando el hecho de que Colombia no lograría mantener el grado de inversión.
• Adicionalmente, para 2021 se espera una ampliación del déficit del GNC y de la deuda que, según estimaciones del Ministerio de Hacienda, bordearía el 8,6% y el 65,2% del PIB, respectivamente, a la vez que un posible cambio en el manejo de la política monetaria en los Estados Unidos hacia la segunda parte de 2021 o inicios de 2022 supondría mayores presiones para las finanzas públicas ante unos mayores costos de financiamiento.
• Aunado a lo anterior, con el retiro del Proyecto de Solidaridad Sostenible y el aumento de las tensiones sociales, las preocupaciones sobre la sostenibilidad fiscal de largo plazo y la capacidad para llevar a cabo reformas estructurales en este frente se exacerbaron.