Bogotá, 11 de marzo de 2021
Leasing financiero tuvo un crecimiento de 4,6% en 2020 y se espera crezca 3,1% este año
- El leasing habitacional tuvo un incremento de 7,3% y llegó a los $21,3 billones.
A pesar de la difícil situación que ha afrontado el país en medio de la pandemia, el leasing sigue demostrando que es una potente herramienta para apoyar la reactivación de las empresas. El año pasado, la cartera de leasing financiero llegó a $31,29 billones (3,35% del PIB), y tuvo un crecimiento real anual de 4,61%, equivalente a un aumento nominal en el saldo de $1,85 billones.
Por el lado del leasing habitacional, el saldo de la cartera ascendió a $21,29 billones (2,14% del PIB), con un incremento de 7,26%. Con esa buena dinámica, que estuvo en línea con el crecimiento superior al 7,0% que ha tenido esta modalidad en los últimos años, el leasing habitacional se convirtió, en la segunda mitad del año, en uno de los aliados clave para las históricas cifras de venta de vivienda que se vieron el año pasado.
Por último, la cartera del leasing operativo neto fue de $3,02 billones, repuntó en el último trimestre y su crecimiento real anual fue de 11,99%, el más alto en los últimos años gracias al aumento en el rubro de vehículos.
“Este producto es un gran aliado de la reactivación económica y del bienestar social, ya que representa una alternativa de financiamiento idónea para la adquisición de activos productivos, lo que da dinamismo a las pymes y apoya la generación de empleo”, dijo Guillermo Alarcón, director de vivienda y leasing de Asobancaria.
Proyecciones del mercado en 2021.
- Se espera que durante el 2021 la cartera de leasing financiero siga expandiéndose y cierre el año con un crecimiento real interanual de 3,1%. Aún así, prevemos un menor ritmo en la generación de nuevos contratos.
- Se proyecta un somero repunte en el sector inmobiliario –representó el 62,0% del leasing financiero en 2020–, enfocado en la dinámica de bodegas, si bien el sector de comercio y oficinas sigue afectado por las restricciones de movilidad y el uso del teletrabajo.
- Frente al leasing operativo, se prevé que en 2021 continúe reflejando el dinamismo que exhibió durante la pandemia e incluso se acelere gracias a un mejor desempeño macroeconómico. El producto se seguirá consolidando como un aliado para aquellas empresas que quieren de disponer de activos productivos sin adquirirlos.
Todas estas perspectivas sobre el sector las podrá conocer el próximo 17 y 18 de marzo en el encuentro Instrumentos de Reactivación -Meeting ON- 12° Foro de Vivienda y 4° Encuentro de Leasing.
Sobre el leasing financiero:
En las operaciones de leasing financiero, la entidad financiera mantiene la titularidad del activo durante la duración del contrato sin ostentar la tenencia del mismo, el locatario es quien se beneficia de su uso y goce. Son muchos los beneficios del uso del leasing financiero como mecanismo de financiación de activos productivos, destacando que, mediante el leasing financiero:
- El locatario puede financiar un porcentaje más elevado del valor del activo, en comparación con otros mecanismos de financiamiento.
- Se disminuye el riesgo de la operación para la entidad financiera al tener el derecho de propiedad sobre el colateral como garantía, lo cual puede traducirse en mayor plazo de la operación financiera o menor tasa de interés.
- El activo no hace parte del patrimonio del locatario, por lo que terceros acreedores no pueden perseguir jurídicamente el activo.
Sobre el leasing operativo:
El leasing operativo es una operación de arrendamiento puro y simple, cuyo objetivo es conceder el uso y goce de activos productivos, por lo que no se considera una operación de financiación. Por regla general, en el caso del leasing operativo el arrendador mantiene la titularidad del activo durante la duración del contrato sin contar con la tenencia del mismo, siendo el locatario quien se beneficia de su disposición material. El leasing operativo representa los siguientes beneficios:
- El arrendatario puede disfrutar del uso y goce de activos que se devalúan rápidamente o requieran actualización tecnológica constante, sin tener que incurrir en su adquisición permanente.
- El arrendatario puede renovar ágilmente los activos a disposición de su negocio y evita la gestión de enajenación de activos.
- El bien, al ser de propiedad de la entidad financiera, no hace parte del patrimonio del arrendatario, por lo que terceros acreedores no pueden perseguir jurídicamente el mismo o solicitar su ejecución.