• El 2020 puso a prueba la resiliencia del sistema financiero frente a la materialización de un evento extremo que afectó drásticamente los empleos de millones de colombianos y miles de negocios y empresas y, por ende, en ese entorno su capacidad para continuar honrando sus obligaciones financieras. Este evento de estrés en la economía demostró la fortaleza del sistema y la estabilidad macrofinanciera.
• Las entidades y autoridades regulatorias actuaron oportunamente con programas de alivios financieros que permitieron modificar las condiciones de los préstamos a los deudores afectados. El Gobierno Nacional, por su parte, destino recursos para respaldar la originación de créditos ante un futuro escenario de incumplimiento, consolidando los esfuerzos por reactivar la economía.
• Los avances regulatorios de las últimas décadas han permitido acotar la amplitud del ciclo crediticio y, en esta medida, para 2020 la cartera crediticia habría registrado un crecimiento aún en terreno expansivo cercano al 2,7% real, esperando un mayor impulso en 2021, hacia niveles de 4,5%.