• El indicador de inclusión financiera en Colombia alcanzó un 85,9% de la población adulta en junio de 2020. La pandemia generada por el Covid-19 ha sido, sin duda, un catalizador de este resultado. Sin embargo, el indicador de inclusión financiera para zonas rurales (66,1%) y rurales dispersas (55,3%) sigue siendo uno de los focos de atención del sector público y privado, ya que es importante trabajar en cerrar la brecha urbano-rural en materia de acceso a servicios financieros.
• Las zonas rurales tienen un rol importante en la economía. Por lo tanto, se considera pertinente analizar las barreras desde el punto de vista de la oferta, demanda y algunas externalidades que limitan el acceso a servicios financieros por parte de la población rural.
• Las buenas prácticas y las experiencias internacionales, como ruta de evolución para Colombia, son fundamentales para conocer las estrategias encaminadas a mejorar el acceso a los productos y servicios financieros de las zonas más apartadas. Por esta razón, los casos de Chile, Costa Rica, Nigeria y Tailandia presentan estrategias y buenas prácticas, cuya extrapolación fortalecería el financiamiento formal en Colombia.