A comienzos de año el panorama del turismo en Colombia era claramente promisorio, gracias a la creciente afluencia de viajeros locales y extranjeros a diversos destinos del país. Esta dinámica se esperaba se viera reflejada en el buen comportamiento de los ingresos, la creación de empleo calificado y no calificado y en el aumento de la participación del turismo en la actividad productiva.