Garantizar que cada vez más colombianos accedan a una vivienda propia ha sido una de las políticas públicas a las que más le ha apostado el Gobierno Nacional dados sus efectos positivos en materia de calidad de vida de los colombianos, dinamismo de la economía y reducción de la pobreza. Una vivienda propia, además de tener enormes impactos en el bienestar de los hogares, también se configura como un generador de empleo durante su construcción y un fuerte impulsor de los subsectores que participan en toda su cadena de valor.