Los más recientes resultados en materia de crecimiento del segundo trimestre de algunas de las economías más grandes han dejado ver los inquietantes efectos derivados de la pandemia. Por un lado, la economía estadounidense exhibió una caída anualizada del 32,9%, cifra equivalente a -9,5% en términos interanuales, que obedeció principalmente a fuertes contracciones del consumo privado y la inversión que solo fueron parcialmente compensadas por el gasto del Gobierno.