A lo largo del mundo, salvo contadas excepciones, la pandemia generada por el covid-19 ha sido abordada por las autoridades con estrictas medidas de aislamiento social y confinamiento que han logrado aplanar las curvas de contagios y fallecidos. Dichas políticas, que han permitido robustecer los sistemas de salud, han afectado no obstante la dinámica de la economía global a tal punto que la desaceleración que hoy se proyecta para 2020 no tiene precedentes.