• En el ejercicio de la función de intervención en la economía es fundamental prevenir los arbitrajes regulatorios, no solo para garantizar la competencia en igualdad de condiciones, sino para mantener la estabilidad del sistema financiero y proteger los derechos de los consumidores.
• No se puede concluir en todos los casos que la existencia de la regulación financiera es un obstáculo para la prestación del servicio y pretender por esa vía ser eximido de su cumplimiento. Aunque existen aspectos en los que se puede mejorar y otorgar más libertades en beneficio de la inclusión financiera, esa no puede ser la excusa para pretender llevar a cabo actividades de interés público sin cumplir indefinidamente con los requerimientos vigentes y las normas que rigen la actividad financiera.
• El cuidado con el que se debe abordar este punto debe ser extremo porque de su perfecto balance depende la estabilidad del sistema y la solidez de nuestra economía. Es por ello que el rol del regulador resulta esencial para promover el adecuado desarrollo y crecimiento de la industria.