• El cambio climático afecta de forma directa las economías en desarrollo y ralentiza su avance. Según el Banco Mundial, se estima que a nivel global, entre 2015 y 2030, será necesario invertir USD 93 billones en infraestructura resiliente al clima y baja en carbono, principalmente en países en desarrollo y de ingreso medio.
• En las últimas décadas se han estructurado proyectos que luchan contra el cambio climático y otros efectos ambientales negativos. En la misma línea, diversas organizaciones y actores comprometidos con la lucha contra el cambio climático trabajan para financiar estos proyectos. A este mercado y los mecanismos de movilización de dichos recursos se le conoce como financiación verde (Green Finance).
• Como parte del mercado de financiación verde, los bonos verdes han venido consolidándose en los últimos años como un instrumento financiero que permite apalancar de manera efectiva y transparente los diferentes proyectos que tienen como objetivo mitigar los efectos del cambio climático.