• Las crisis cambiarias de Turquía y Argentina, el proceso de normalización de la política monetaria en los Estados Unidos y el escalamiento de las tensiones comerciales han llevado a que la aversión al riesgo hacia activos de países emergentes se haya incrementado y que la cantidad de flujos de capitales hacia los mismos haya disminuido en lo corrido del año.
• Los pronunciamientos erráticos hechos por las autoridades turcas en los últimos meses han minado la confianza de los inversionistas internacionales en esta economía. En este sentido, la pérdida de credibilidad en este mercado se ha visto materializada en incrementos en lo corrido del año del indicador de riesgo país EMBI del orden de 300 pb y una devaluación de la lira turca frente al dólar cercana al 63,2%.
• Argentina, país caracterizado por la volatilidad en su crecimiento y recurrentes crisis económicas, se ve enfrentado una vez más a desbalances económicos y a la falta de capacidad de las autoridades para generar credibilidad en los mercados. La fuerte devaluación del peso en lo corrido del año (107,8%) ha puesto de manifiesto que el enfoque “gradual” de las políticas del actual gobierno ya no genera credibilidad dentro de los inversionistas.