• Colombia ahora cuenta con una estrategia nacional en educación económica y financiera, lo que permitirá mejorar la articulación de los distintos actores y sectores en torno a la promoción de acciones que fortalezcan las habilidades de los consumidores financieros a la hora de gestionar los recursos. Resulta fundamental que dicha estrategia, tal y como se ha hecho en múltiples frentes, recoja las experiencias y lecciones aprendidas de las distintas entidades del sistema financiero.
• Asobancaria, junto con sus agremiados, ha desarrollado distintos proyectos que pueden complementar o impulsar la estrategia nacional. Programas como “Saber Más Contigo” para la población activa, “Saber Más Empresarios” para los microempresarios y la estrategia “Avanzar, Construir, Prosperar” diseñada para población vulnerable, se han convertido en estrategias fundamentales en este proceso. Todas estas iniciativas han sido desarrolladas junto con aliados públicos y privados.
• Las entidades financieras no han escatimado esfuerzos en pro del fortalecimiento de los programa de Educación Financiera (EF). En particular, a lo largo de 2016 se duplicó el alcance de personas instruidas a nivel presencial, en la mayoría de los casos usando una metodología pedagógica avalada por un organismo internacional, que incluyó el uso de portales web, redes sociales y medios masivos (TV, radio o prensa nacional).
• Si bien continuar incrementando la cobertura es una tarea importante, resulta también fundamental seguir mejorando la eficiencia de las actividades con base en las recomendaciones de los centros de estudio e innovación. Además, es necesario enfatizar la pertinencia que tiene evaluar el impacto de nuestras actividades y programas con el fin de conocer los verdaderos resultados de dichas iniciativas. Todo esto nos permitirá, como país, dar pasos firmes en el propósito de mejorar los hábitos financieros personales y familiares, consiguiendo así reducir las brechas sociales y mejorar la calidad de vida de los colombianos.