• Antes de 2014 existía cierto consenso por parte de la mayoría de los analistas del
mercado en que el nivel de crecimiento potencial de la economía colombiana se ubicaba
en un rango entre 4,5% y 5,0% anual, estimación que era consistente con el crecimiento
que presentó la economía durante la última década (4,8%). No obstante, ahora que las
tasas de crecimiento económico rondan el 2%, la discusión es distinta y las
estimaciones de buena parte del mercado, así como las del comité de expertos de la
regla fiscal, muestran importantes reducciones en el PIB potencial en Colombia.
• Si bien la economía ha venido experimentando una importante fase de ajuste
producto del fuerte choque en nuestros términos de intercambio, las estimaciones del
crecimiento potencial a través de métodos estructurales y teóricos parecen señalar que
este no se habría visto afectado de forma significativa en los últimos años. Hoy el PIB
potencial de la economía Colombiana parece ubicarse en niveles cercanos a 3,8%, tan
solo 10-20 puntos básicos por debajo de los niveles que exhibía cuatro años atrás. En
consecuencia, las estimaciones que señalaban que los ritmos de crecimiento potencial
durante el boom minero-energético habían alcanzado niveles en torno a 4,5%-5,0%, así
como las que hoy señalan que producto del choque el potencial podría haber caído a
niveles cercanos a 3,0%-3,3%, parecen originarse en análisis que sobredimensionan los
efectos del ciclo económico.
• Si bien el PIB potencial tiene una relación monótona creciente con respecto a todos
los factores de producción, la productividad resulta ser uno de los elementos de mayor
relevancia en la senda de crecimiento potencial. Asobancaria reitera que, si Colombia
quiere aumentar su crecimiento potencial, y con esto lograr un desarrollo económico
sostenido, debe encarar los grandes lastres en materia de productividad y
competitividad a través de reformas que disminuyan las brechas en capital humano,
mejoren los indicadores logísticos y flexibilicen los flujos de factores.
• Resulta necesario entablar discusiones y debates comprensivos sobre el estado de
las variables estructurales asociadas a la productividad, al acervo y la calidad de la
inversión, así como a la composición y estructura del mercado laboral. La evaluación de
la actual brecha de PIB (entendida esta como la diferencia entre el PIB observado y su
potencial) es pieza fundamental para la formulación de la política económica y de allí la
importancia de generar estimaciones asertivas en esta materia.