• La competitividad de una economía depende, en buena medida, del desempeño de las instituciones públicas y privadas. En el caso colombiano, la eficiencia de sus instituciones presenta sendos rezagos. Esta situación ha dificultado históricamente registrar niveles más altos, sostenidos e incluyentes de crecimiento económico.
• Como parte del propósito de mejorar la eficiencia de las instituciones, durante las últimas dos décadas se ha desarrollado en Colombia un proceso de estructuración institucional partiendo de los principios y lineamientos del Gobierno Corporativo. De esta manera, se ha buscado que las empresas estén estructuradas para garantizar la transparencia y la eficiencia, lo que termina redundando en una mejor y más exitosa inserción al sistema financiero.
• El marco regulatorio colombiano se ha ido cimentando hacia parámetros de Gobierno Corporativo a través de (i) los principios incorporados en la Ley 222 de 1995, (ii) los parámetros explícitos para la implementación con la Resolución 275 del 23 de mayo de 2001 expedida por la Superintendencia Financiera y (iii) los lineamientos detallados para cinco líneas de trabajo con las circulares externas 028 de 2007 y de 2014 de la Superintendencia Financiera.
• A la fecha, distintas medidas sobre los niveles de implementación y apropiación del Gobierno Corporativo registran avances, especialmente en las empresas tanto públicas como privadas que emiten títulos valores. También se han evidenciado importantes mejoras en los puntajes sobre el nivel de rendición de cuentas de los gestores ante sus juntas directivas y sobre el robustecimiento de los estándares de las auditorías y la contabilidad. Sin embargo, el éxito final de la apropiación del Gobierno Corporativo, y sus deseables efectos para generar un mejor escenario en pro de la competitividad nacional, se gestará cuando su adopción se masifique en las pequeñas y medianas empresas colombianas. Avanzar en este frente es un paso clave para propiciar mejoras en los niveles de transparencia y eficiencia, facilitando el financiamiento formal, tan necesario para reactivar la economía y generar dinámicas de crecimiento sostenidas.