Bogotá; D.C. 26 de octubre de 2016
Combatir el crimen informático, un compromiso de la banca
Según la última encuesta sobre el Estado Global de Seguridad de la Información publicada por Price Water House Cooper, durante el 2015 se registraron 38% más incidentes de seguridad detectados que en el 2014.
El uso masivo de los dispositivos móviles, tabletas y otras tecnologías han hecho la diferencia en la manera de realizar compras, transacciones financieras, interactuar en menor tiempo y desde cualquier lugar, lo cual ha generado una revolución digital que ha traído consigo diversos retos en materia de seguridad, por esto, incorporar herramientas como la identificación biométrica se convierte en una clave para evitar el crimen informático.
De acuerdo con algunos estudios, el impacto económico global del cibercrimen se estimó en 575.000 millones de dólares en 2015, donde América Latina y el Caribe sumaron costos por 90.000 millones de dólares anuales, representando el 16% del costo total mundial del delito y cuatro veces más que la inversión social internacional con destino a la región.
Es de resaltar que, el primer acercamiento de la ciberseguridad como política pública en Colombia surgió del CONPES 3701 de 2011 lo cual permitió que el país se convirtiera en líder regional en temas de seguridad cibernética, y logró mitigar de manera activa los ataques a nivel nacional. A pesar de que se han mejorado las acciones para el 2016, solo se ha consolidado el 79% de las iniciativas, por lo que aún existe un importante espacio para el mejoramiento de las capacidades del Estado y de la sociedad para enfrentar estas crecientes amenazas.
Es claro que los retos para la banca en esta materia son enormes, por lo que es necesario trabajar de la mano con los actores públicos, privados, nacionales e internacionales.