Inventada la regla, inventada la trampa. Ese es un dicho que describe muy bien el tema de la evasión fiscal, que afecta mucho al país, ya que por este concepto, las arcas del Estado dejan de percibir alrededor de US$13.600 millones al año, es decir, cerca de 3,5% del PIB, según varias estimaciones. Aunque es mucho dinero, Colombia no está ni cerca del nivel de evasión de otros países del mundo, como por ejemplo Estados Unidos, que es el país en el que más impuestos se evaden en todo el planeta. (…) Jonathan Malagón, vicepresidente de Asobancaria, dice que el tema de evasión termina perjudicando a las personas más pobres de las sociedades, pues, al reducir sus ingresos, el Estado no puede desplegar completamente el gasto social en sectores como la educación, la salud y la vivienda.