• Esta Semana Económica es la primera de dos que se escribirán, por ahora, sobre la Reforma Tributaria. En estas el gremio quiere exponer algunas recomendaciones y preocupaciones sobre el Impuesto a las Utilidades Empresariales (IUE) y realizar algunas propuestas para la formalización empresarial, la reducción del efectivo en la economía, la inclusión financiera y el fortalecimiento de la gestión tributaria.
• En los últimos meses, el sector empresarial ha permanecido a la expectativa frente a la tan anunciada reforma tributaria que será presentada este semestre por el Gobierno Nacional. Una reforma que cobra importancia no solo por el déficit presupuestal que presenta el Estado sino porque el sistema tributario colombiano es considerado como inequitativo y complejo, dos obstáculos para la dinamización de la actividad económica y la inversión extranjera.
• Actualmente, el sector empresarial en Colombia debe soportar una tarifa nominal del 40%, la cual comprende una tarifa del impuesto sobre la renta del 25%, una tarifa del CREE del 9% y una sobretasa del CREE del 6%. Para el año 2015 la carga tributaria de la Banca ascendió a $5,97 billones, lo que representó una tasa efectiva de tributación de 62,2%. Este hecho no solo evidencia el aumento de la tarifa de tributación frente al año 2014 – la cual fue de 52,5% –, sino que, además, refleja la alta carga tributaria frente a las tarifas internacionales (47,7% en América Latina y 41,2% en la OCDE).
• Con el objeto de aumentar la eficiencia y simplificar el sistema tributario, la Comisión de Expertos para la Equidad y la Competitividad (CE) propuso establecer un solo impuesto basado en las utilidades contables bajo los parámetros técnicos de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), cuya tarifa se ubicaría en un rango entre el 30% y el 35%, y ampliaría la base gravable a través de la eliminación de beneficios tributarios.
• El IUE propuesto podría ser una valiosa herramienta para simplificar el sistema impositivo. No obstante, según cálculos de Asobancaria las modificaciones sugeridas por la CE carecerían de la neutralidad que dicha Comisión ha expresado que existiría, y terminarían por generar una mayor carga tributaria en la industria. Desde el sector bancario se sugiere la pertinencia de reconsiderar la tarifa y la base gravable de este tributo, con el fin de que los beneficios que obtendría el sistema en simplicidad y facilidad de recaudo estén acompañados por la neutralidad de la reforma, de forma que la actividad productiva no se vea afectada