Durante la crisis de 2008 se hicieron evidentes las deficiencias en los mecanismos de administración y agregación de la información, que impidieron realizar una adecuada gestión de riesgos. Las implicaciones de esta inadecuada gestión de riesgos son bien conocidas: la existencia de activos tóxicos en los balances y la sobreexposición al riesgo de crédito desencadenaron la peor crisis financiera de las últimas décadas.
El flujo de datos al que se enfrentan las entidades del sistema financiero aumenta de manera exponencial con el avance de las tecnologías de la información y de las telecomunicaciones. La velocidad, el volumen y la diversidad de información que se encuentra disponible en la era del big data no sólo representan grandes desafíos para las organizaciones sino oportunidades para incorporar al análisis de riesgos, información de alta relevancia para la gestión y toma de decisiones.
En enero de 2013, el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (CSBB) publicó el documento “Principios para una eficaz agregación de datos sobre riesgos y presentación de informes de riesgos”, cuyo propósito es reforzar las capacidades de agregación de datos sobre riesgos de los bancos y sus prácticas internas de presentación de informes de riesgos. Para el CSBB, la aplicación de estos principios mejorará previsiblemente los procesos de gestión estratégica de riesgos y el impacto de las pérdidas resultantes.
La integración y centralización de datos es un componente fundamental de la gestión de riesgos financieros a nivel agregado, por lo que requiere de un esfuerzo entre todas las áreas de la organización. La centralización de la información garantiza la robustez de los insumos necesarios para valorar el riesgo al que se expone la entidad de manera integral. Este factor es relevante en el proceso de autoevaluación contemplado en la hoja de ruta de los reguladores hacia la adopción plena en el mediano plazo de Basilea III.